Art décoke es una serie de ilustraciones hechas con cocaína. En un principio, nombrarla así fue sólo una ocurrencia fonética que tuvo un amigo, pero, coincidentemente, a cien años de distancia, algunas situaciones que vivimos ahora muestran semejanzas con el contexto social del que surgió el art déco.
En ambos casos hablamos de una sociedad disminuida numérica, anímica y económicamente por una pandemia. Y, por ello, hambrienta de pasarla bien. Un momento en el que, para muchos, las prioridades son económicas y tecnológicas, por encima de las cuestiones humanas, pugnas por derechos, luchas feministas y una urgente necesidad de resarcir los daños ocasionados por la desigualdad social.
En su título, este proyecto recuerda las veladas con charlestón y jazz de aquellos años veintes del siglo pasado que, seguramente, estuvieron bien abastecidas de coca; en sus piezas, retrata algunas noches de ahora.
Coca | C17H21NO4 sobre portarretratos 145 x 120 cm, 2021
Art décoke es una colección de recuerdos que atrapan, como en una polaroid, instantes en imágenes. De forma latente, cada pieza captura a los participantes del momento en que fue trazada, las charlas que circundaron tanto la elaboración de la pieza como su registro y la gentil paciencia con la que en cada ocasión, estos personajes nocturnos fueron capaces de pausar sus impulsos psicoactivos en aras de la creatividad. Es arte efímero —tal vez habría que llamarlo esnífero— volviendo permanentes momentos que, quizá, de no ser por estas piezas se habrían perdido en la memoria.
Esta serie le da a la cocaína el mismo uso que se les podría dar a unas crayolas o a unas acuarelas profesionales, planteando una realidad en la que la sola existencia o presencia de drogas, desprovista de juicios y prejuicios, resulta tan inocua como un lápiz, una goma o una taza de café.
Se trata de un acercamiento al tema de las drogas que, ciertamente, podría percibirse como superficial y hasta nihilista, al no abordar directamente los aspectos que suelen ser más relevantes como el narcotráfico, la violencia generada por su persecución, la drogadicción y la degradación social que de ella puede devenir. Sin embargo, retomando las reflexiones que hiciera el Dr. Carlo Bonfiglioli sobre el tesgüino, parte de la idea es poner de manifiesto la alternativa de la cocaína como una sustancia propiciadora de alegría.
Beat | C17H21NO4 sobre portarretratos .72 x .60 cm, 2021
La cultura de la alegría se remonta a nuestras civilizaciones prehispánicas, antecede a la complejidad moderna, capitalista y globalizada que hoy enfrentamos, y como muchos otros elementos culturales diluidos por los siglos, es un baluarte al que quizá convendría volver la mirada.
En el entorno en el que estas piezas fueron creadas, hablar de perico es hablar de fiesta, una fiesta que refuerza lazos y por tanto se vuelve productora de comunidad. En tiempos de una sociedad tan disgregada como la nuestra y tan hambrienta de empatía, cualquier herramienta que ayude a reconstruir el tejido social es bienvenida, y esta exposición nos comparte una muestra de que, en las condiciones adecuadas, las drogas pueden generar sinergias constructivas.
En los viejos veintes empezaban a sentirse los estragos de la prohibición. En los nuevos hay mucha gente trabajando para que sea el final, con el objetivo de que eventualmente sea posible para la humanidad acceder a todo el potencial benéfico que se puede obtener de sustancias que aún están estigmatizadas.
Debut | C17H21NO4 sobre plato cerámico .28 x .23 cm, 2019
Coco dilo | C17H21NO4 sobre portavasos .28 x .23 cm, 2020
Inti | C17H21NO4 sobre plato cerámico .28 x .23 cm, 2021
Prestissimo | C17H21NO4 sobre vitroblock .28 x .23 cm, 2020
Entertain us | C17H21NO4 sobre vitroblock .28 x .23 cm, 2021
Braille | C17H21NO4 sobre vitroblock .28 x .23 cm, 2021
Esto no es un perico | C17H21NO4 sobre plato cerámico .28 x .23 cm, 2020
Blanca navidad | C17H21NO4 sobre vitroblock .28 x .23 cm, 2020
I want to belive | C17H21NO4 sobre plato cerámico .28 x .23 cm 2019
Art dècoke se expone al público por primera vez este jueves 15 de julio en la Pulquería Insurgentes, como parte del Primer Encuentro Intergaláctico de Nueva Crónica Mexicana, organizado por la Pulke, el Museo de la Ciudad de México y el sello Producciones el Salario del Miedo. Algunas de las piezas también forman parte del libro La bruja blanca, historias de cocaína, de Carlos Martínez Rentería, que se presenta el mismo día, a las 7 PM, con la presencia del autor, Alejandra Maldonado, Julian Quintero, Iván Marulanda (senador colombiano) y J. M. Servín.